CABELLOS
Published by Daniel Hdz. under on 21:10Los análisis forenses del cabello de una persona también podrían ser útiles para los antropólogos, los arqueólogos y los médicos, además de la policía, reveló un informe del estudio elaborado por científicos de la Universidad de Utah.
El cabello registra el lugar donde una persona tomó agua y el dato ya se usa para rastrear movimientos de un criminal o los de una víctima de asesinato, según un estudio divulgado por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.“Uno es lo que come y bebe, y eso queda registrado en el cabello”, señaló el geoquímico Thure Cerlin, que llevó a cabo la investigación junto al ecólogo Jim Ehleringer.Según Ehleringer, el grupo descubrió variaciones importantes en los isótopos de hidrógeno y oxígeno en el cabello y en el agua, los cuales tienen que ver directamente con el lugar donde vive esa persona en Estados Unidos.“La policía ya lo está utilizando (el cabello) para reconstruir la procedencia de una víctima de homicidio”, señaló. Los isótopos son formas de un elemento químico que se diferencian solo por su peso atómico.En el caso de los isótopos de hidrógeno y oxígeno del agua (H2O), varían según la temperatura de las nubes, la temporada de la precipitación pluvial y la cantidad de agua que se evapora del suelo y de las plantas, además de otras condiciones típicas de el lugar donde se encuentra.Según los científicos, esto explica por qué los niveles de isótopos de oxígeno-18 e hidrógeno-2 en el agua son menores en cantidad en la costa occidental de EE.UU., donde los inviernos son fríos, y son altos en la región del Golfo de México y la costa atlántica, donde la temperatura de las nubes es más alta.El agua potable de una zona tiene un registro que se concreta en el cabello. Ese registro no se modifica con otros líquidos que se beben, porque “una parte importante de las cervezas, las bebidas gaseosas y la leche tienen un origen local”, manifestó Ehleringer.En su estudio, los científicos analizaron muestras de cabello de una persona que llegó a Salt Lake City procedente de Pekín. Su cabello en los últimos tres meses reveló un alto contenido de los isótopos de oxígeno-18 e hidrógeno-2, lo que reflejó su alta concentración en la capital china.Pero más cerca de la piel, es decir en el cabello que creció desde que llegó a Utah, la concentración de esos isótopos se redujo de manera considerable en lo que se ajusta a las características del agua potable de la ciudad del estado de Utah.Según los científicos, la policía podría usar esta técnica para investigar la coartada de un presunto criminal que afirma no haber estado en la región donde ocurrió el delito del que se le acusa.Ehleringer indicó que los antropólogos y los arqueólogos también podrían usar el método para analizar muestras de cabello antiguo, para mostrar los senderos de las migraciones de los nativos norteamericanos antes de la llegada del hombre blanco al continente.Para comprender cómo el agua afecta los niveles de isótopos en el cabello, los científicos tuvieron que aprender la forma de determinar la influencia de los alimentos en ese cabello.Como resultado, eso permitiría a los arqueólogos analizar el pelo de animales o de seres humanos que vivieron hace muchos siglos para determinar su consumo de proteínas, o si su dieta estaba más basada en mariscos o en alimentos cultivados.El estudio de los niveles isotópicos del cabello también podría tener uso en la lucha para prevenir o anticipar los embates de la diabetes, según los expertos. Cerlin explicó que debido a que los diabéticos tienen un alto consumo de agua, la proporción de oxígeno en su cabello procedente tanto del agua como de sus alimentos debería ser diferente a la de los no diabéticos.El cabello también podría registrar los cambios isotópicos que se producen como resultado de un agravamiento de la enfermedad, indicó Ehleringer.
El cabello registra el lugar donde una persona tomó agua y el dato ya se usa para rastrear movimientos de un criminal o los de una víctima de asesinato, según un estudio divulgado por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.“Uno es lo que come y bebe, y eso queda registrado en el cabello”, señaló el geoquímico Thure Cerlin, que llevó a cabo la investigación junto al ecólogo Jim Ehleringer.Según Ehleringer, el grupo descubrió variaciones importantes en los isótopos de hidrógeno y oxígeno en el cabello y en el agua, los cuales tienen que ver directamente con el lugar donde vive esa persona en Estados Unidos.“La policía ya lo está utilizando (el cabello) para reconstruir la procedencia de una víctima de homicidio”, señaló. Los isótopos son formas de un elemento químico que se diferencian solo por su peso atómico.En el caso de los isótopos de hidrógeno y oxígeno del agua (H2O), varían según la temperatura de las nubes, la temporada de la precipitación pluvial y la cantidad de agua que se evapora del suelo y de las plantas, además de otras condiciones típicas de el lugar donde se encuentra.Según los científicos, esto explica por qué los niveles de isótopos de oxígeno-18 e hidrógeno-2 en el agua son menores en cantidad en la costa occidental de EE.UU., donde los inviernos son fríos, y son altos en la región del Golfo de México y la costa atlántica, donde la temperatura de las nubes es más alta.El agua potable de una zona tiene un registro que se concreta en el cabello. Ese registro no se modifica con otros líquidos que se beben, porque “una parte importante de las cervezas, las bebidas gaseosas y la leche tienen un origen local”, manifestó Ehleringer.En su estudio, los científicos analizaron muestras de cabello de una persona que llegó a Salt Lake City procedente de Pekín. Su cabello en los últimos tres meses reveló un alto contenido de los isótopos de oxígeno-18 e hidrógeno-2, lo que reflejó su alta concentración en la capital china.Pero más cerca de la piel, es decir en el cabello que creció desde que llegó a Utah, la concentración de esos isótopos se redujo de manera considerable en lo que se ajusta a las características del agua potable de la ciudad del estado de Utah.Según los científicos, la policía podría usar esta técnica para investigar la coartada de un presunto criminal que afirma no haber estado en la región donde ocurrió el delito del que se le acusa.Ehleringer indicó que los antropólogos y los arqueólogos también podrían usar el método para analizar muestras de cabello antiguo, para mostrar los senderos de las migraciones de los nativos norteamericanos antes de la llegada del hombre blanco al continente.Para comprender cómo el agua afecta los niveles de isótopos en el cabello, los científicos tuvieron que aprender la forma de determinar la influencia de los alimentos en ese cabello.Como resultado, eso permitiría a los arqueólogos analizar el pelo de animales o de seres humanos que vivieron hace muchos siglos para determinar su consumo de proteínas, o si su dieta estaba más basada en mariscos o en alimentos cultivados.El estudio de los niveles isotópicos del cabello también podría tener uso en la lucha para prevenir o anticipar los embates de la diabetes, según los expertos. Cerlin explicó que debido a que los diabéticos tienen un alto consumo de agua, la proporción de oxígeno en su cabello procedente tanto del agua como de sus alimentos debería ser diferente a la de los no diabéticos.El cabello también podría registrar los cambios isotópicos que se producen como resultado de un agravamiento de la enfermedad, indicó Ehleringer.
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